jueves, 23 de julio de 2015

Válido Todo lo que Abone a Esclarecer Asesinatos de Periodistas de Veracruz

Síntesis informativa del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP)

La presidenta de la CEAPP, Benita González informó que el senador José Yunes está facultado para solicitar a cortes internacionales atraer los casos.


Xalapa, Ver., 22 julio 2015.- En lo que va del año se han abierto 17 expedientes de periodistas en toda la entidad que han sufrido algún tipo de agresión, reconoció la presidenta de la Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas (CEAPP), Benita González Morales. En entrevista, la también periodista señaló que se pugna para que en lo que resta de la administración duartista se cuente con las garantías necesarias de seguridad para el gremio periodístico del estado, y para que no se susciten más hechos en donde se vulneren los derechos de los trabajadores de la  comunicación. “Se tienen 17 expedientes de compañeros que han sido atendidos por haber sufrido agresiones de diferente tipo en lo que va del año, quisiéramos que las estadísticas no siguieran creciendo, pero ante cualquier situación de riesgo que los compañeros nos informan inmediatamente intervenimos”.


Reporteros Sin Fronteras: 25 periodistas rehenes de grupos extremistas
Los 5 peores países de América Latina para ejercer el periodismo            

http://www.publimetro.com.mx/noticias/reporteros-sin-fronteras-25-periodistas-rehenes-de-grupos-extremistas/XeSogv!ILCEi8FVh6Yb_7cfM6T0DA/

La organización Reporteros Sin Fronteras informó que un total de 25 periodistas han desaparecido o son rehenes de grupos extremistas en Siria. RSF detalló en su página web que nueve de esos reporteros son extranjeros, mientras que el resto son locales. La cifra actualizada se da tras la desaparición de tres periodistas españoles, identificados como Antonio Pampliega, Ángel Sastre y José Manuel López. Los periodistas de guerra, quienes se encontraban en Alepo cubriendo el conflicto, desaparecieron el 13 de julio. "RSF confía en que se confirme que no se trata de un secuestro y que la situación se resuelva lo antes posible, de la mejor manera, para nuestros colegas, por lo que estamos a disposición de sus familias para todo lo que consideren conveniente", declaró la presidenta de RSF España, Malén Aznárez. Aznárez agregó que Siria continúa siendo uno de los peores países para los periodistas. Entre otros datos provistos por dicha organización, está el número de periodistas muertos en lo que va de año. Según RSF, 36 reporteros han sido asesinados. Asimismo, se indicó que un total de 154 periodistas han sido encarcelados.



Una guerra contra periodistas
http://www.larazon.es/espana/una-guerra-contra-periodistas-EG10343869#Ttt1UkFffaG3sufH
Ethel Bonet.

Si alguien me hubiera dicho hace cuatro años que trabajar en Siria sería más peligroso que en Somalia o Afganistán, habría pensado que era una exagerada. Casi cinco años después de estar cubriendo la guerra en Siria, y de haber estado en Mogadiscio y Kabul, soy yo la que afirma ahora que Siria es el país donde más riesgo corren los reporteros. No importa la nacionalidad o la condición profesional –corresponsal o «freelance»– para ser objetivo de los grupos islamistas radicales. Cerca de una treintena de periodistas han sido secuestrados, detenidos o han desaparecido en Siria. Poderosos grupos yihadistas como el Frente Al Nusra o el Estado Islámico se han hecho con el control en el norte del país, robando la revolución a los rebeldes sirios. Aquellos que luchan contra el régimen de Bashar Al Asad han perdido una herramienta imprescindible que es la información independiente. Sin reporteros internacionales sobre el terreno, las noticias que llegan al resto del mundo son siempre parciales y limitadas. Toda la información que conseguimos ahora los periodistas que trabajamos sobre Siria proviene de foros de activistas sirios o conversaciones por Skype con portavoces rebeldes, sin poder confirmar sobre el terreno las informaciones o aportar algo más a través de la experiencia personal.



Periodistas a los que ha dejado de importar la verdad


La profesión periodística madrileña —que casi siempre se comporta como si fuese la profesión periodística de todas las españas— anda revolucionada por la famosa web del Ayuntamiento de Madrid que puntualiza o rectifica aquellas informaciones que considera no ajustadas a la verdad. Como casi siempre, la profesión periodística —sea de donde sea— ha salido casi en tromba a defender su presunto derecho a que nadie le rectifique, so pena de ser acusado de censurador.
Otro hecho, en este caso mucho menos conocido y debatido, incide también en el mismo tema: la resolución 2015/112 hecha pública el pasado 6 de julio de 2015 por el pleno de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de Periodistas España (FAPE). Lo de menos es el tema: las acusaciones de El País contra Jaume Roures y Mediapro por supuestas cuentas en paraísos fiscales. Lo demás, es el fondo de la resolución que, pretendiendo defender a los periodistas, resulta ser un alegato terrible contra la credibilidad de todos los periodistas.
Dice textualmente la resolución de la FAPE que “la veracidad, como cualidad legitimadora del derecho a suministrar información, del cual son titulares privilegiados los periodistas, que cumplen así una función social, no coincide con el concepto de “verdad” o adecuación de lo que se escribe y publica con la realidad”. Para decirlo sin eufemismos, lo que el periodista considere “verdad” no tiene por qué coincidir con la verdad real, con la realidad. Como la FAPE sabe que El País miente y no puede documentar sus afirmaciones con nada en absoluto, pues simplemente dicta que la mentira de El País es una “verdad periodística”, aunque no coincida con la verdad de la realidad. La FAPE, alegremente, sanciona aquella broma que circula por las redacciones según la cual el periodista nunca debe dejar que la realidad le impida hacer un buen reportaje. Y lo sanciona, dice, nada menos que como “doctrina constitucional”. Es decir, esa bromita que yo leí por primera vez hace 40 años en la pared de la redacción de un periódico unos segundos antes de echarme a reír (porque, hace 40 años, me parecía imposible que nadie pudiera tomarse eso en serio), ahora viene la FAPE y resulta que dice que no es broma: que es “doctrina constitucional”.

Y, si existen dos verdades, la del periodismo y la de la realidad, ¿dónde quedamos los periodistas? ¿Dónde queda nuestra credibilidad? ¿Cómo podrán creernos a partir de ahora nuestros lectores? ¿Cómo sabrán si aquello que escribimos es verdad real o verdad irreal?

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